[Academia] Qué sucede en Chile - Dr. Raúl Zamorano
PIICEG Iztacala
piiceg.iztacala en gmail.com
Jue Oct 24 10:15:43 CDT 2019
Compartimos con ustedes el siguiente texto del Dra. Zamorano.
Buen día.
*Qué sucede en Chile*
Un estallido que no tiene ninguna orientación política particular o algún
partido político detrás, tampoco está “Maduro ni La Habana o Putin”
moviendo los hilos, tampoco son actos de delincuentes aislados.
Ciertamente, se han cometido actos vandálicos a lo largo y ancho de todo el
país, se ha fusionado la protesta, la rabia, la desesperación y el robo y
también la infaltable represión y asesinato.
Sin embargo, de la represión militar y de los personajes de civil portando
armas y asesinando, vejando y torturando a jóvenes, mujeres, o a quienes
protestan, y también incendiando bancos y robando supermercados, en general
la prensa nada aclara (los registros y pruebas de todo lo señalado circulan
en la web), tampoco nada dicen los ministros de gobierno.
Mas bien resulta patético (sino ‘tragicómico’) que recién se den cuenta de
lo que pasa en Chile, pero insistan al hartazgo en la violencia
delincuencial, mientras le dan cauce a la retórica, porque ahora sí hay que
dialogar, para “restablecer la paz” (la lista “oficial” de muertos va *in
crecendo*: 15 personas asesinadas, más de 2000 detenidos, de los cuales en
su mayoría son jóvenes e incluso niños).
Entonces, ¿ahora se dieron cuenta que los ciudadanos tienen dignidad?
¿Ahora se dieron cuenta que hay que dialogar, ahora se dieron cuenta que
“hay que escucharnos”, ahora “llego el momento de la justicia social”?,
bla, bla, bla…
Por eso es importante no olvidar que en Chile, la llamada “transición
democrática” fue y ha sido solo un cambio de forma desde el autoritarismo
militar al neo-autoritarismo civil (siguiendo el ‘modelito’ de la
“transición española”), en un escenario en el cual ha predominado desde
1990, con *Patricio Aylwin Azocar* (1990-1994: cómplice del golpe de Estado
de 1973 como quedó demostrado tras la desclasificación del *Informe Hinchey*:
2000), hasta los gobiernos de la concertación y la “izquierda” (las mismas
excretas con diferente olor): *Patricio Aylwin* quien decreto por ley
la *impunidad
da los crímenes de lesa humanidad* cometidos por la dictadura. *Ricardo
Lagos* que en su “tranzar sin avanzar” terminó de vender el país (agua,
electricidad, trasporte público) y *Michelle Bachelet* que jodió
definitivamente la salud, la educación, las pensiones y un largo etc.,
mientras privatizaba las playas para construir su fundo al lado de su
vecino Piñera.
En la práctica, esa es la lógica que ha operado: “orden/represión” y
“mercado”.
Desde los años noventa del siglo pasado a la actualidad, sintomáticamente
los grupos políticos (desde la extrema derecha fascista a la extrema
izquierda, incluidos los comunistas y la señora Camila Vallejo junto a sus
colegas, con quienes mientras calientan las poltronas del Congreso se hacen
millonarios: al respecto, conviene observar a cuanto corresponde su dieta
económica mensual), vinculados fuertemente a los sectores económicos
criollos o foráneos, han sostenido que cualquier idea de democracia y de
coordinación social debe ser reducida a la potencialidad de los mercados,
llegando al extremo de medir la democracia y el derecho con la vara de las
ganancias y la utilidad, lo cual devino en la asfixia de los individuos, de
la ciudadanía, y la supresión de lo político. Tampoco se debe olvidar que
el contenedor constitucional que articula el orden social en Chile, las
políticas sociales (no públicas) y la expectativa y confianza ciudadana, es
la Constitución de 1980 que dejó la dictadura, naturalizada u usada por los
señores políticos de todo color y olor durante estos años.
Al respecto, ahí están las últimas y eternas declaraciones del payaso
Piñera y su séquito, quienes insisten en que hay que “salvar” y proteger la
“propiedad privada” y a la 'clase media' (de ahí quizás también la rabia
que se concreta en la destrucción de lo que esto representa). Todas las
declaraciones ministeriales en estos días apuntan solo a eso, a la
delincuencia y la violencia generada por *extranjeros o alienígenas* (*Cit*.
Cecilia Morel, esposa de Piñera, 21 octubre); y en que se debe recuperar
“la estabilidad”, “restablecer la paz porque “estamos en guerra”.
Lo demás sigue ahí.
Pauperización de la población, incremento geométrico de la pobreza
delincuencia, estabilización de la idea del *sálvese quien pueda y como
pueda*, corrupción generalizada a todos los niveles, colapso del sistema
educativo y de formación científica como producto de la mercantilización
educativa, impunidad de las FFAA y torturadores (el *criminal de lesa
humanidad*, Pinochet murió tranquilamente en su cama rodeado no solo de sus
bastardos sino también de adláteres de todo pedigrí y también de los curas).
¿*Y eso no es violencia*?
En respuesta y dantescamente macabro, la noche del sábado se decretó el
estado de sitio (Ley Organiza Constitucional, que en su artículo 15 señala:
“(…) *Cesará la competencia de los tribunales militares en tiempo de paz y
comenzará la de los tribunales militares en tiempo de guerra, en todo el
territorio declarado en estado de asamblea o de sitio*”), autorizado
por *Sebastián
Piñera* y coordinado por el Ministro *Andrés Pio Bernardino Chadwick* (Opus
Dei) y su socio Ministro de Defensa *Alberto Miguel Espina Otero*, ambos
UDIfascistas y cómplices de desapariciones, torturas y asesinatos así como
de la violencia social y depauperación sistemática que se vive en Chile
desde la dictadura; coordinación apoyada por la intendente de Santiago *Karla
Rubilar Barahona *(personaje ni siquiera digno de la literatura sobre la
estupidez).
Estado de sitio; es decir de nuevo los milicos, de nuevo asesinatos y
desaparecidos, para “combatir” ahora a la delincuencia.
Estado de sitio en donde incluso y como estrategia primaria, luego de
decretarlo, la lógica operativa ha sido y es no intervenir para luego
justificar que éstos actos son puro vandalismo y delincuencia y que no
tienen nada que ver con la política o con el gobierno de Piñera.
Se podría sostener –en vía de hipótesis–, que esa es precisamente la
estrategia del gobierno, no intervenir, crear el miedo, fomentar la
angustia y psicosis, dejar que la gente se enfrente unos contras otros y
luego señalar que es la misma gente la que pide la intervención de la
milicada para ‘salvar al país’ (baste escuchar las últimas declaraciones de
los señores funcionarios de gobierno. Nada nuevo además). También es
importante advertir que a los empresarios y mercachifles no les preocupan
los saqueos y quemas, pues al final todo está protegido por los seguros. Es
decir, ellos como siempre están cautelados en sus intereses, así que los
demás se pueden chingar, como se dice en México. Tampoco es claro –la
prensa mediática no lo aclara– quiénes están cometiendo estos saqueos: ¿*los
desconocidos de siempre*?, como en tiempos de la dictadura (*quiénes son
estos encapuchados vestidos de negro, con armas y vehículos que actúan a
vista de las FFAA y carabineros*…).
Huelga decir que sería interesante escuchar que tiene que decir la otrora
Central Unitaria de trabajadores, y también la encargada de los derechos
humanos de la ONU, la ‘señora’ *Michelle Bachelet*, siempre tan empeñada en
defender a los condenados de la tierra; supongo se entiende la ironía, pues
la ‘señora’ *a parte de alimentarse bien* está más preocupada por defender
sus negocios y granjerías de familia mientras cumple su bufonesco rol. O el
señor Vargas Llosa, tan siempre presto a defender la “democracia”…
Prof. Dr. Raúl Zamorano Farías
22 Octubre 2019
Cordialmente,
Lic. Edith González
Asistente
*Oficina Dra. Oliva López Sánchez*
*Facultad de Estudios Superiores - Iztacala *
*Universidad Nacional Autónoma de México - **UNAM*
*"Por mi raza hablará el espíritu"*
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