<div dir="ltr"><div class="gmail_default" style="font-family:verdana,sans-serif">Buenas noches Gilberto:</div><div class="gmail_default" style="font-family:verdana,sans-serif">Muchas gracias por tu correo y tienes razón en lo que comentas. Envío correo al área responsable de protección civil para tus sugerencias, creo que son muy buenas y pertinentes.</div><div class="gmail_default" style="font-family:verdana,sans-serif">Saludos, Alba Luz</div></div><div class="gmail_extra"><br><div class="gmail_quote">El 28 de septiembre de 2016, 19:43, Gilberto Pérez <span dir="ltr"><<a href="mailto:gperez@unam.mx" target="_blank">gperez@unam.mx</a>></span> escribió:<br><blockquote class="gmail_quote" style="margin:0 0 0 .8ex;border-left:1px #ccc solid;padding-left:1ex">Estimados Compañeros:<br>
<br>
Con una disculpa anticipada en caso de que reciban este mensaje en forma<br>
repetida, les comparto algunas reflexiones sobre los simulacros de sismo<br>
con la intención de que se vuelva colectiva.<br>
<br>
Comentando con uno de mis grupos de estudiantes sobre el simulacro del<br>
pasado 19 de septiembre, volví a encontrar lo que ya había descubierto en<br>
una conversación parecida con el grupo del año pasado, y ahora considero<br>
indispensable compartir y abrir a una reflexión colectiva: *parece que<br>
estos simulacros no contribuyen realmente a prepararnos para una emergencia<br>
real*. Debo aclarar por principio que hablo de lo que ocurrió en los<br>
edificios A-6 y L-6 en particular. Serán ustedes quienes contribuirán a<br>
aclarar si se trata de una situación particular o es un asunto más<br>
generalizado.<br>
<br>
<br>
El aspecto más notorio es que una parte de la comunidad no toma en serio<br>
los simulacros: se demoran para salir de los salones, caminan despacio<br>
mientras platican, ríen, etc., incluso hay parejas que van abrazadas. En<br>
las experiencias de los estudiantes en ocasiones anteriores, comentaron que<br>
al actuar como si se tratara de una emergencia real, algunos de sus<br>
compañeros se burlaban o les decían que no exageraran e incluso algún<br>
profesor les había llamado la atención por levantarse para salir del salón.<br>
En suma, un sector de la comunidad no actúa de la única manera en que tiene<br>
un sentido realmente preventivo llevar a cabo los simulacros: *como si se<br>
tratara de una emergencia real*. Esto tiene como consecuencia que aunque<br>
haya una parte de la comunidad que intenta actuar como si lo fuera, en los<br>
hechos perdemos la oportunidad de ejercitar una forma de conducirnos que en<br>
condiciones de emergencia real será la única que contribuirá a reducir el<br>
riesgo *para la mayoría*.<br>
<br>
<br>
Esto plantea una pregunta importante, de cuya respuesta se pueden derivar<br>
medidas que contribuyan a prepararnos para un riesgo de catástrofe: ¿Cómo<br>
lograr que lo que en sentido literal es “ficción, imitación o<br>
falsificación” (la acepción relevante aquí de *simulacro*, según el<br>
Diccionario de la Real Academia Española) sea vivido como una “ficción<br>
seria”, es decir que nuestros pensamientos, sentimientos y acciones sean<br>
pertinentes aun sabiendo que estamos fingiendo? Si no hacemos nada para<br>
responder una respuesta es probable que los simulacros no sean más que un<br>
ritual vacío que sólo se cumple por obligación.<br>
<br>
<br>
Ahora bien, en la reflexión con los estudiantes sobre este asunto se<br>
plantearon algunas otras cuestiones que también son importantes de<br>
reflexionar (y determinar empíricamente), así como algunas sugerencias que<br>
tal vez pueden instrumentarse a corto plazo. En cuanto a las primeras: a)<br>
hace falta tener una estimación aunque sea aproximada de la cantidad total<br>
de personas que pueden hallarse en tránsito en las nuevas escaleras en<br>
comparación con las antiguas, pues hemos visto que estas últimas fácilmente<br>
se congestionan no sólo porque son estrechas sino porque en la planta baja<br>
no permiten un rápido alejamiento de los edificios; b) parece necesario que<br>
exista un protocolo a seguir en caso de que alguna persona “se paralice” al<br>
sonar la alerta sísmica; c) no es claro quiénes, dada su ubicación en<br>
determinado edificio, deben “replegarse” y quiénes desalojan, y cuál es el<br>
criterio para hacer cada una de estas acciones; d) tampoco es claro por qué<br>
no es mejor que algunos de los grupos ubicados en la parte norte de la<br>
planta baja del A-6 (salones A-6001 a A-6003) se dirijan hacia la pista, en<br>
vez de hacia el punto de reunión de la explanada del Edificio de Gobierno;<br>
e) dado que el tamaño de los grupos ha ido aumentando en los últimos años<br>
en Psicología, hay una saturación de bancas en los salones que entorpece la<br>
evacuación.<br>
<br>
<br>
Con respecto a sugerencias que podrían implementarse de inmediato, pensamos<br>
en las siguientes: 1) que en cada salón haya, igual que para el uso de los<br>
proyectores, un cartel que indique cuál es el punto de reunión hacia el que<br>
habría que dirigirse en caso de emergencia (que podría pegarse en el sitio<br>
en que se coloca la banca más cercana a la puerta y donde se indicara algo<br>
como: “si tú estás sentado aquí, serás el encargado de abrir la puerta en<br>
caso de emergencia e iniciar la evacuación”) ; 2) que en los simulacros<br>
programados, no se suene la alarma en un momento de cambio de clases porque<br>
entonces hay una parte significativa de estudiantes fuera de los salones;<br>
3) que haya simulacros no programados; 4) que de acuerdo a las<br>
características de las aulas, se determine cuál es la mejor estrategia de<br>
desalojo del salón en cuanto a rapidez (el año pasado hicimos algunos<br>
ensayos cronometrados y se determinó que el arreglo más eficiente era<br>
formar filas bien alineadas y con las mochilas debajo de las bancas, que<br>
salían de acuerdo al orden de su proximidad a la puerta); 5) tal vez sería<br>
necesario hacer simulacros “regionales” (por ejemplo, A-6 y L-6), primero<br>
programados y luego sin aviso, que permitan determinar cuáles son las<br>
estrategias más convenientes para cada zona de la Facultad.<br>
<br>
<br>
En el mejor de los casos, esta reflexión y organización colectiva podrían<br>
ser objeto de un proyecto de investigación apoyado institucionalmente que<br>
contribuiría a establecer una verdadera cultura de la prevención en este<br>
rubro.<br>
<br>
<br>
Saludos<br>
<br>
Gilberto Pérez Campos<br>
<br>
Carrera de Psicología<br>
------------ próxima parte ------------<br>
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...<br>
URL: <<a href="http://tlali.iztacala.unam.mx/pipermail/academia/attachments/20160928/e314c255/attachment.htm" rel="noreferrer" target="_blank">http://tlali.iztacala.unam.<wbr>mx/pipermail/academia/<wbr>attachments/20160928/e314c255/<wbr>attachment.htm</a>><br>
______________________________<wbr>_________________<br>
Academia mailing list<br>
<a href="mailto:Academia@tlali.iztacala.unam.mx">Academia@tlali.iztacala.unam.<wbr>mx</a><br>
<a href="http://tlali.iztacala.unam.mx/cgi-bin/mailman/listinfo/academia" rel="noreferrer" target="_blank">http://tlali.iztacala.unam.mx/<wbr>cgi-bin/mailman/listinfo/<wbr>academia</a><br>
Politicas de uso: <a href="http://tlali.iztacala.unam.mx/politicas/" rel="noreferrer" target="_blank">http://tlali.iztacala.unam.mx/<wbr>politicas/</a><br>
</blockquote></div><br><br clear="all"><div><br></div>-- <br><div class="gmail_signature" data-smartmail="gmail_signature"><div dir="ltr">Dra. Alba Luz Robles Mendoza<div>Licenciada en Psicología<br><div>Doctora de Ciencias Penales y Política Criminal</div></div><div>Teléfono: 5526539068</div></div></div>
</div>