[Entomologia] Las Tarántulas de México:pequeños gigantes incomprendidos

Roberto Rojo chibebo en yahoo.com
Mar Nov 9 03:08:15 CST 2004


Hola
Haciendo caso a mi correo anterior, les quiero
compartir un artículo que salió publicado en la
revista Biodiversitas de la CONABIO.
Trata de tarántulas y el autor es su servidor.
Lo pueden consultar en la siguiente dirección:
http://www.conabio.gob.mx/institucion/conabio_espanol/doctos/indice56.html
Les recomiendo vean el PDF ya que viene con fotos y
mapita.
En caso de que tengan problema les envío el texto en
este correo.
Un saludo y paz en su corazón.
Roberto Rojo.




Las Tarántulas de México:pequeños gigantes
incomprendidos

Roberto Rojo*

Me levanto de la roca en la que descansaba por un
momento a la fresca sombra de un olivo; una brisa
gentil acaricia mi rostro y contemplo el vasto campo
que llano y apacible se presenta ante mí. Esta es una
época de cosecha más en la región de Tarento, al sur
de Italia, y estamos a mediados del siglo xiv. La
gente viene y va en alegre procesión llevando el
producto apenas cosechado. De repente, un grito de
mujer alarma a todos; corriendo llegamos al sitio de
donde provino la voz y hallamos a una adolescente
aterrada, quien entre sollozos nos narra con voz
entrecortada que mientras hacía sus necesidades
físicas sintió un fuerte dolor y al voltear vio al
culpable: una tarántula entre la hierba.

La llevamos al pueblo y, después de una corta espera,
la mujer que examinó a la adolescente sale de su choza
y con voz grave emite el dictamen y la cura: la
muchacha fue picada por una tarántula y tendrá que
bailar la tarantela por dos días seguidos. Los músicos
se aprestan y en unos cuantos minutos comienzan a
sonar los primeros compases de la tarantela, que poco
a poco va aumentando su velocidad hasta convertirse en
una frenética melodía que la joven sensualmente baila
y en momentos, con espasmos, se convierte en un
paroxismo tal que hipnotiza a todos los presentes. La
danza ocasiona una distracción de las actividades
cotidianas para los aldeanos y además les da una
válvula de escape a la represión sexual que existe en
la Edad Media.

La culpable de ese excelente pretexto es una araña
grande cuya picadura puede ser muy dolorosa; su
nombre: Lycosa tarantula, de la familia de las
arañas-lobo (Lycosidae), que poco tiene que ver con
las gigantes arañas velludas de los trópicos que los
europeos conocieron después en la época de los
descubrimientos y las conquistas del siglo xvi.

Cuando llegaron a América y vieron por primera vez
esas enormes arañas, lo primero que se les vino a la
mente fue la temida tarántula que ellos conocían y así
fue como quedaron bautizadas.

Hoy día se agrupa bajo la denominación común de
tarántulas a los organismos pertenecientes a la
familia Theraphosidae del infraorden Mygalomorphae,
dentro del orden Aranea, clase Arachnida.

Esta familia se distribuye por las regiones tropicales
de todo el mundo y actualmente se conocen alrededor de
867 especies. Son las arañas más grandes, y algunas,
como la Goliat (Theraphosa blondi) del Amazonas,
ostentan verdaderos récords llegando a alcanzar 25 cm
de pata a pata!! Se caracterizan por sus cuerpos
robustos e hirsutos, normalmente tienen ocho ojos
agrupados en un tubérculo ocular, colmillos que se
cierran de manera paralela al eje del cuerpo y cuatro
pulmones en libro o filotráqueas. Las especies
americanas agrupadas en la subfamilia Theraphosiinae
tienen un parche de sedas urticantes en la zona dorsal
de la parte posterior de su cuerpo u opistosoma; estos
"pelos" urticantes son su primer medio de defensa
contra depredadores, que pueden ser desde pequeños
roedores hasta coatíes (Nasua sp.).

Cuando el depredador se acerca, la tarántula raspa a
contrapelo el parche de sedas urticantes ocasionando
la ruptura y expulsión de éstas en lo que se
constituye una nube de pelos que al entrar en contacto
con las mucosas de su depredador, por acción mecánica,
provocan una fuerte irritación, causando una
distracción que la tarántula aprovecha para huir.

Las tarántulas son organismos longevos. Una hembra
puede llegar a vivir hasta 25 años en cautiverio; los
machos, por su parte, viven hasta la madurez sexual,
que en algunas especies es entre los 5 y 7 años y
posteriormente se aparean sobreviviendo rara vez más
de una temporada.

Después de aparearse, la hembra puede retener el semen
hasta un año y cuando las condiciones son favorables
pone una cama de seda en la que deposita hasta mil
huevecillos. Posteriormente los envuelve formando una
estructura conocida como ovisaco que tiene la
apariencia de una pelota de golf y que queda bajo su
esmerada protección durante cerca de dos meses.

Cuando las crías salen del ovisaco cambian de piel al
menos dos veces y comienzan a dispersarse. Por su
tamaño y cantidad, constituyen parte importante de la
dieta de lagartijas, sapos, aves, insectos e incluso
sus mismos congéneres.

Sorteando esos peligros, muy pocos individuos logran
sobrevivir los años siguientes hasta alcanzar la talla
adulta, cuando sus enemigos disminuyen
considerablemente.

Las tarántulas son depredadores obligados que se
alimentan de cualquier cosa que pase cerca y puedan
manipular desde insectos de todos tamaños hasta
lagartijas, serpientes, ranas y pequeños roedores y
rara vez aves. La mayoría presenta la estrategia
denominada "sentarse y esperar": aguardan cerca de la
entrada de su guarida, que puede tener más de un metro
y medio de profundidad, y que ellas mismas construyen
raspando y acarreando la tierra con sus colmillos.

Cuando perciben vibraciones en el suelo con sus
innumerables receptores en forma de pelos, atacan de
manera increíblemente veloz y con mucha precisión. Con
sus patas, que cuentan con dos pequeñas garras en la
punta, acercan la posible presa a sus colmillos. En
fracciones de segundo su sencillo cerebro dividido en
dos partes alrededor del esófago hace una evaluación y
si determina que es una presa lo que en ese momento se
encuentra a su merced, le encaja sus colmillos que
llegan a medir casi dos centímetros de largo
inyectándole un veneno que va a servir para matar y
digerir previamente a su presa, ya que las tarántulas
no pueden alimentarse con sólidos.

Una vez que la presa sucumbe, la tarántula comienza
literalmente a exprimirla apretándola entre sus
grandes colmillos y unos pequeños dientecillos que se
encuentran en la base de éstos. Gracias a una bomba
succionadora que se encuentra en su estómago, absorbe
los líquidos mientras el veneno actúa licuando las
partes sólidas. Una cría de ratón es totalmente
digerida, incluyendo huesos y piel, en 17 horas.

En México se conocen hasta hoy 67 especies, de las
cuales 93.5% son endémicas, y con este número ocupa el
segundo lugar del mundo en cuanto a diversidad de
tarántulas, sólo después de Brasil.

Dentro de las especies mexicanas encontramos muchos
ejemplos sobresalientes por sus características
particulares, endemismos e importancia comercial como
los que a continuación se describen.

Por su belleza, docilidad y larga tradición en el
mundo de las mascotas exóticas, sin lugar a dudas la
tarántula más famosa del mundo es la llamada "de
rodillas rojas": su nombre científico es Brachypelma
smithi.

Conocida por todo el país y durante mucho tiempo por
el mundo como la tarántula por antonomasia, sufrió al
principio una explotación local, siendo vendida
prácticamente en todos los mercados del país, y
posteriormente en todo el mundo, realizándose
extracciones sin control de las poblaciones
silvestres. Acciones como éstas orillaron a que esta
especie fuera incluida en la lista de la Convención
sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas
de Fauna y Flora Silvestres (cites), apéndice II, en
la categoría de amenazada y posteriormente en la Norma
Oficial Mexicana 059. A pesar de estas restricciones
el comercio ilegal sigue en pie, habiéndose registrado
ya varios casos de personas detenidas en aeropuertos
europeos con cargamentos de 400 (cites, 2001) hasta 1
300, tarántulas mexicanas. Generalmente estos animales
van en malas condiciones y muchas mueren debido a la
deshidratación o a que están en proceso de muda
–cambio de piel– y como son transportadas en bolsas de
plástico, generalmente apretadas unas con otras, no
encuentran espacio suficiente y sucumben asfixiadas en
su propia piel.

Este género (Brachypelma) se distribuye principalmente
en México con sólo un par de especies descritas para
Centroamérica, y cuenta con algunas de las tarántulas
más atractivas y buscadas por los coleccionistas.

Otras tarántulas excepcionales conforman un grupo
único en el mundo por sus adaptaciones a la vida en
cavernas. Descubiertas en los años 70 por espeleólogos
estadunidenses y estudiadas por el aracnólogo Willis
Gertsch, literalmente salieron a la luz con sus
adaptaciones troglobias consistentes en la reducción
del número o ausencia de ojos, apéndices largos y
delgados, así como la falta del parche de sedas
urticantes. Existen sólo siete especies en el mundo
con esas características y las siete son mexicanas. No
se conoce aún prácticamente nada de su biología.

Estas tarántulas tradicionalmente estaban agrupadas en
el género Spelopelma de la subfamilia Spelopelmiinae,
haciendo referencia a sus adaptaciones cavernícolas,
ya que el nombre proviene de la raíz speleon o cueva,
pero después de una revisión realizada por un
investigador mexicano (Arturo Locht) y por un uruguayo
(Fernando Pérez-Miles), las incluyeron el año 2003
dentro del género Hemirraghus.

Ese mismo año, este par de investigadores hicieron una
gran aportación al estudio de las tarántulas
describiendo seis especies nuevas y siendo éstas las
primeras descripciones de tarántulas hechas por un
mexicano. Como dato curioso, una de estas especies
nuevas recibió el nombre de Hemirraghus chilango, por
ubicarse la localidad tipo dentro del territorio del
Distrito Federal. Otros trabajos importantes llevados
a cabo por mexicanos y en particular por una zoóloga
mexicana son los realizados por Martha Yáñez con
respecto a la biología de Brachypelma klaasi.

Contrariamente a lo que se piensa y a lo que se nos ha
mostrado durante años en películas y telenovelas sobre
estos sorprendentes seres, las tarántulas no
representan peligro para el ser humano; de hecho y
como en muchos otros casos, nosotros somos un peligro
mucho mayor y real para ellas al destruir su entorno.

El estudio de las tarántulas en México aún se
encuentra en sus inicios, nos falta mucho por conocer
y aprender de estos gigantes incomprendidos, desde
especies nuevas hasta sorpresas que esperan
pacientemente, como ellas, a que alguien pase cerca y
…

Se agradece a Francisco Medina e Yssel Godar, del
Laboratorio de Acarología Anita Hoffmann de la
Facultad de Ciencias de la unam, por el apoyo en la
realización de algunas fotos del presente artículo.

Bibliografía

cites, 2001. Cuadragésima quinta reunión del Comité
Permanente, París, Francia 19 a 22 de junio de 2001.
Informe de los representantes regionales de América
del Norte (septiembre de 1999-abril de 2001).
http://www.cites. org/esp/cttee/SC/ 45/S45-15-5.pdf

Cooke, J., V. Roth y F. Miller. 1972. The urticating
hairs in Theraphosid spiders. American Museum
Novitiates, núm. 2498, amnh.

Hoffmann, A. 1993. El maravilloso mundo de los
arácnidos. 2a. ed., Fondo de Cultura Económica (Col.
La Ciencia Para Todos, 166), pp. 127, México.

Pérez-Miles, F. y A. Locht. 2003. Revision and
cladistic analysis of the genus Hemirrhagus Simon,
1903 (Araneae, Theraphosidae, Theraphosinae). Bull.
Br. Arachnol. Soc. 12(8):365-375.

Yáñez, M. 1999. Taxonomía y biología de Brachypelma
klaasi (Schmidt et Krause, 1994) (Araneae:
Theraphosidae). Tesis de maestría, Facultad de
Ciencias, unam, 87 pp.

* Colegio de la Frontera Sur, Unidad Chetumal,
Quintana Roo. chibebo en yahoo.com



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Como es domingo y ha dejado de llover, pienso llevar un ramo de rosas a mi tumba...


		
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